La micropigmentación sirve para embellecer, equilibrar y corregir los rasgos faciales, sobre todo cejas, labios o párpados. También se emplea para corregir daños provocados por tratamientos médicos muy agresivos, como es la quimioterapia, o defectos estéticos genéticos. Es decir, que la micropigmentación puede ayudar a camuflar la calvicie, la alopecia, las cicatrices y quemaduras, al tiempo que puede ayudar a reconstruir las aureolas mamarias o para realizar pecas y lunares.